LA HISTORIA DE LAS LAGUNAS BOUTIQUE HOTEL
POR SU PROPIETARIO

Cuando un país tiene leyes de protección de flora y fauna y estás se cumplen como es el caso de Estados Unidos, Canadá, Sudáfrica, Kenia y Europa se mantiene la belleza de la fauna y la flora y esta se desarrolla. Hoy en Estados Unidos existen más animales salvajes que en tiempos de la colonización. Hoy existen fincas dedicadas a la crianza de especies nuevas ya existentes que se han reproducido admirablemente. Los parques nacionales de alrededor del mundo también hospedan a infinidad de especies en un hábitat saludable y sostenido.
 
En Guatemala pasa lo contrario, en nuestro país apenas hay leyes de protección y las pocas que hay nadie las cumple, la belleza de los bosques ha ido desapareciendo y con ellos los animales salvajes. Los incendios forestales cada año son más comunes y de extensiones cada vez mayores. Nadie se preocupa por esos incendios debido a que esas tierras quemadas luego se usan para el cultivo del maíz. Todos los años se queman cientos de hectáreas de selva, las dependencias del estado formadas para proteger estas tierras hacen poco o nada para cuidar tan preciado tesoro con la excusa de que no hay ni la infraestructura, ni los recursos humanos ni tampoco los recursos económicos para solventar el problema.
 

"Pensé que debía compartir toda su belleza para que las personas la conocieran y pudieran tener una muestra de cómo fue El Petén en tiempos pasados ... "

Esto y muchas otras cosas han hecho que la belleza del departamento de El Petén este desapareciendo y que cada día se pueden ver más parcelas deforestadas para usarlas como campos de cultivo o ganadería. La flora ha ido desapareciendo y con ello la fauna también desaparece poco a poco.
 
Hace algunos años, y por el inmenso amor que le tengo a El Petén, llegué al lugar en donde hoy se encuentra Las Lagunas Boutique Hotel. Inmediatamente me vinieron a mi memoria todas aquellas imágenes que yo vi el primer día que llegué al Departamento de El Petén, quedé encantado con la selva, los lagos, las lagunas, las sabanas y los bosques de árboles de encino de cientos de años. Quise comprar el terreno de inmediato, pero no me fue posible por razones legales y por personas que tenían derechos de prioridad para la compra. Pasaron más de cuatro años hasta que tuve la oportunidad de comprar la propiedad, la cual me presentó el Banco Crédito Hipotecario que era el acreedor hipotecario y eran los únicos que podían venderla.
 
Mi intención con el terreno no era la de crear una empresa que lo destruyera, todo lo contrario. Su belleza era tal que mi mayor deseo era el de compartir este paraíso con todas las personas, para que de ese modo pudiesen conocer cómo fue El Petén en tiempos pasados o cuando fue poblado por los conquistadores. Quería proteger la selva y para que las personas del mundo pudiesen conocer tal belleza decidí hacer un hotel. Mi objetivo es hasta donde me sea posible conservar este tesoro para que también yo junto con ustedes pueda apreciar y disfrutar del encanto que tiene este lugar.
 
He querido hacer un zoológico con animales autóctonos sueltos como en los parques de África o Estados Unidos y lo he logrado en parte. Se han comprado animales disecados para que las personas que lleguen puedan ver los animales que existieron una vez en esta área y la inmensa tristeza que será cuando la única forma de verlos sea de este modo, disecados, esto si el gobierno no hace cumplir las leyes de protección. Todas las edificaciones del hotel fueron construidas de tal modo que tuviesen el menor impacto posible a la selva, ya que la selva es parte de este proyecto.
 
Quiero mostrarles la belleza de este país con sus ciudades Mayas, selvas jamás vistas y ríos navegables. Deseo que algún día el área tenga la protección como lo tienen otras naciones con maravillas similares, apoyado por especialistas. Este hotel fue construido para dar a conocer al mundo el inmenso orgullo y cariño que siento por mi país, y el continuo deseo de querer ver como fue en el pasado.

Edgar Castillo Sinibaldi.